Iniciativas tributarias de AEDAF para el gobierno
La Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF) consciente de que la actual tensión entre los requerimientos de gasto y la exigencia o necesidad de equilibrio presupuestario, ha examinado lo que considera los principales problemas del sistema tributario español y ha elaborado una serie de propuestas que son la cara inversa de los problemas que todos padecemos en el día a día. Imposible resumirlo, pero nos fijamos en las cuestiones más llamativas.
El primero objetivo enunciado es reducir la litigiosidad fiscal. Se trataría de garantizar la seguridad jurídica, o sea disponer de reglas claras y luego respetarlas. El problema es que parte de la administración opina, y no se recata en decirlo, que esto de la seguridad jurídica sólo sirve para recucir la recaudación. Así la lucha contra el fraude –que lo hay- se ha convertido en la atribución de poderes exorbitantes a la administración y la imposición indiscriminada de medidas difícilmente compatibles con un estado civilizado.
En el IRPF, la AEDAF alerta sobre el peligro de implantar tarifas confiscatorias y recomienda revisar el límite conjunto con el Impuesto sobre al Patrimonio.
En el Impuesto sobre Sociedades la AEDAF aprecia una creciente separación del principio de capacidad económica con medidas como la no deducción de deterioros y gastos financieros o la limitación a la compensación de bases negativas.
En el IVA hay problemas relacionados con la tributación/exención de inmuebles, la calificación como empresario de los sujetos implicados en actividades de urbanización y la coordinación con el Impuesto sobre Transmisiones, así como la rectificación de base imponible por impago.
La AEDAF propone eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio o, en su defecto armonizarlo mediante una ley estatal que debería proteger razonablemente los activos de empresas familiares.
Esta misma armonización se predica para el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones cuyo principal problema sería la dispersión en la normativa autonómica, problema que ya se adivina en relación con las nuevas figuras tributarias relacionadas con la fiscalidad medioambiental.
El informe considera poco recomendables iniciativas recientes como el impuesto sobre transacciones financieras o el impuesto sobre rentas extraordinarias por situaciones presuntamente abusivas, en este último caso por la inseguridad que se generan al basarse en presunciones.