Hacienda empezará a enviar un borrador del IVA
El próximo año, además del borrador del IRPF que se envía a las personas físicas, Hacienda se plantea remitir a algunas empresas un borrador del IVA. Las “elegidas” van a tener la “fortuna” de poder ponerse en manos de Hacienda para que les haga la declaración del IVA a su gusto (al de Hacienda, claro).
El Ministerio ha anunciado que la medida solo estará disponible para unos pocos contribuyentes incluidos en el Suministro Inmediato de Información (SII) del IVA y Hacienda la empieza a vender como una gran ventaja para el contribuyente, que recibirá un mejor servicio, sabrá qué información tiene en su poder la Agencia Tributaria y tendrá más fácil confeccionar y presentar sus declaraciones de IVA.
Sin embargo, la realidad suele ser otra muy distinta. En la práctica lo que ocurre es que se impone al contribuyente una nueva carga administrativa -sí, otra más-: la de tener que estar pendiente de contabilizar sus facturas diariamente y, además, en los servidores de la Agencia Tributaria, exigiéndosele una nueva obligación formal, con sus plazos -inmediatos e improrrogables-, sus datos, modelos, requisitos, formalidades y que le requerirá dedicar a su cumplimiento un tiempo que tendrá que seguir quitando del que dedica al desarrollo de su actividad, de su tiempo productivo.
Probablemente una vuelta de tuerca más en la presión y el estrés de la Administración fiscal sobre el empresario y el profesional, una nueva posibilidad para incumplir, cometer infracciones y, por supuesto, para poder ser sancionado y aumentar así la recaudación.
Todo ello sin olvidarnos de la pérdida de autonomía, privacidad y control sobre nuestros “papeles” contables y fiscales, que supone el hecho de tener que llevar los libros de facturas en los ordenadores de Hacienda.
Igual que se dice que vivimos en un mundo quizás más industrializado, artificial y tecnológico de lo que los humanos necesitarían para ser moderadamente felices, podría decirse del escenario fiscal cada vez más omnipresente, absorbente, controlador, exigente y, además, sancionador en el que (sobre)vive el contribuyente.
Será que el futuro es así.