Recomendaciones para ahorrar impuestos
Recientemente el Registro de Economistas Asesoras Fiscales ha presentado nada menos que 80 recomendaciones para minimizar el coste de los impuestos sobre la renta de las personas físicas y sobre sociedades.
Es de agradecer el esfuerzo aunque el resultado pueda ser un tanto decepcionante. Tras repasar las 80 recomendaciones parece que no hay demasiado margen y que el número se ha completado a base de consejos como: “Si tiene que reparar un inmueble pendiente y la reparación es gasto deducible, si la adelanta a 2015 adelantará un año la ventaja fiscal que supone.” A ver quién lo discute.
No obstante, hemos intentado destacar de entre tanta recomendación las (pocas) que nos parecen mejor traídas o de interés general:
– En general, se supone que los tipos impositivos serán menores en 2016. La consecuencia evidente es que, en la medida en que sea posible, resultará interesante diferir la tributación a 2016. Si finalmente se confirma la bajada de tipos, será un buen consejo. No obstante, no se debe olvidar que tras las últimas elecciones no fue eso lo que pasó.
– Quien se acerque a los 65 años se podría retrasar posibles ventas hasta cumplir dicha edad para poder dejar exentas las ganancias patrimoniales mediante constitución de rentas vitalicias.
– El al caso de haber obtenido ganancias patrimoniales en 2015 hay que comprobar la posible existencias de perdidas latentes y, si resulta conveniente, realizarlas para compensar el impuesto.
– Ya es posible aprovechar el régimen de operaciones a plazo en el impuesto sobre sociedades para prestaciones de servicios. Atención; el beneficio se imputa cundo el plazo es exigible, no cuando se cobra.
– En la toma de participaciones de una sociedad en otra es importante superar el 5 % de participación que será condición necesaria para la exención por doble imposición en el cobro de dividendos.
– Las remuneraciones de administradores deberán ajustarse a lo dispuesto en estatutos sociales.
– Esta legalmente admitida la deducción de atenciones con clientes o proveedores, con el límite del 1 % de las ventas.