¡Gracias, generoso!
Ha sido aprobada en el Senado la proposición de Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo. Es urgente -como todas- pero quizás no tanto pues, por ejemplo, las medidas fiscales, como la que comentamos, no entrarán en vigor hasta el año que viene.
Los medios de comunicación se han ocupado ampliamente de las nuevas desgravaciones y deducciones que introduce la ley para los autónomos. En especial la deducción de los gastos derivados del uso profesional o empresarial de la vivienda del contribuyente.
Ante las expectativas que despierta esta posibilidad, hemos querido adelantarnos a la publicación en el BOE para conocer en detalle el alcance de la nueva medida, aunque, como queda dicho, su entrada en vigor se retrasa hasta 2018.
Se añade un nuevo apartado al artículo 30 de la Ley del IRPF con el siguiente texto:
- b) En los casos en que el contribuyente afecte parcialmente su vivienda habitual al desarrollo de la actividad económica, los gastos de suministros de dicha vivienda, tales como agua, gas, electricidad, telefonía e Internet, en el porcentaje resultante de aplicar el 30 por ciento a la proporción existente entre los metros cuadrados de la vivienda destinados a la actividad respecto a su superficie total, salvo que se pruebe un porcentaje superior o inferior.
O sea; si suponemos una vivienda de 120 metros de los que 15 se utilizan como despacho para las cuestiones administrativas relacionadas con la actividad, el cálculo sería el siguiente.
- Proporción: 15/120 = 0.125
- y de esto calculamos el 30 % = 0.0375;
es decir, se puede deducir el 3,75 % del gasto en agua, gas, (hasta aqui, podría ser razonable), electricidad ¡telefonía e internet!
Si suponemos un gasto de 3.600 euros anuales por estos conceptos, gracias a la nueva norma se podrá deducir como gasto 135, que, con un tipo marginal del IRPF del 35 %, por ejemplo, supone un ahorro en impuestos de 47,25 euros anuales.
Hechas las cuentas, es posible que a alguien le resulte un poco cicatero este 3,75 %. Siempre le quedará la posibilidad de probar -acreditar, demostrar- un porcentaje superior.
Y si no, siempre nos quedará París.