Definición del coste de producción
La Resolución de 14 de abril de 2015, del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas por la que se establecen criterios para la determinación del coste de producción es de obligatoria aplicación para todas las empresas, cualquiera que sea su forma jurídica, a la hora de determinar el coste de producción de las existencias y del inmovilizado.
En la resolución se establece que para la determinación del coste de producción se deberán tener en cuenta los costes directamente imputables al producto (materias primas y consumibles, mano de obra directa, etcétera), así como la parte que razonablemente corresponda de los costes indirectamente imputables, en la medida en que tales costes correspondan al periodo de producción, construcción o fabricación, se basen en el nivel de utilización de la capacidad normal de trabajo de los medios de producción y sean necesarios para la puesta del activo en condiciones operativas.
Una de las grandes novedades que incluye la resolución, a la hora determinar el coste de producción son los conceptos de “Coste estándar” y el “Método de los minoristas”
Coste estándar
El coste estándar podrá ser utilizado por la empresa para determinar el coste de los productos siempre que el resultado de aplicarlo no difiera del coste real de producción.
Los costes estándares se establecerán a partir de niveles normales de consumo de materias primas, suministros, mano de obra, eficiencia y utilización de la capacidad. Si las condiciones varían de forma significativa, la empresa deberá revisar sus estimaciones iniciales.
Método de los minoristas
Otra novedad es la incorporación del método de los minoristas, método que podría ser de uso recomendable en el sector comercial al por menor, para la valoración de las existencias, cuando haya un gran número de artículos que rotan con mucha frecuencia, que tienen márgenes similares, y para los cuales resulta impracticable utilizar otros métodos de cálculo.
En este sistema, el coste del inventario se determina deduciendo, del precio de venta del artículo en cuestión, un porcentaje apropiado de margen bruto, pudiéndose usar un porcentaje medio para cada sección o departamento comercial.